Este libro, que pretende ser un compendio del pensamiento filosófico de Ignacio Gómez de Liaño, contiene dos escritos. El objetivo del primero, «Composición musical de la persona», es trazar un mapa del hombre, pues sólo desde esa base el «principio consciente» puede contribuir a la mejor configuración o reconfiguración de la persona. La realidad humana aparece como un complejo de representaciones y afecciones que admite formas variadas de composición. El secreto de la vida consiste en acertar con las composiciones adecuadas. La filosofía es, en consecuencia, una danza constante del pensamiento con la vida. Los mojones del itinerario empiezan con la exploración del sentir cognoscitivo y el sentir afectivo, se pasa luego al pensar y desde ahí se abordan las cuestiones del juego simbólico y el lenguaje, del yo y las composiciones personales y sociales. El segundo escrito, «Diagramas para el conocimiento y la formación del yo», apunta al mismo fin teórico-práctico que el primero, pero desde otra perspectiva. El punto de partida es el de las relaciones del arte y la ciencia, y, más en concreto, la visión del Teatro-Museo Dalí de Figueras como Teatro de la Memoria. Seguidamente, el autor ofrece una síntesis de sus investigaciones sobre los diagramas gnósticos, cristiano-gnósticos y maniqueos y los mandalas del budismo tántrico, que vienen a ser el precedente del Teatro de la Memoria.