Mary Shelley, autora de novela que dio un nuevo impulso al género gótico, era hija del pensador radical William Godwin –quien también cultivó el género en dos magníficas obras: «St. Leon» y «Caleb Williams»–, y contrajo matrimonio con el poeta Percy Bysshe Shelley. Las historias que presentamos en este volumen están envueltas en un ambiente romántico y tratan de describir caracteres cuyo elemento más conspicuo es el estar sometido a la influencia de fuertes pasiones, que a veces dan pie a sucesos sobrenaturales o extraordinarios en extremo, o son el producto de este tipo de acontecimientos. Así, en La transformación, un fuerte orgullo se convierte en el tirano que mueve todos los actos del protagonista del relato, lo que le conduce a una situación extraordinaria, en cuya descripción abundan todos los elementos que hacen nacer en el lector la sensación estética de lo sublime. En otro relato, El sueño, lo que conduce al acto extraordinario es un intenso conflicto entre dos pasiones contrarias, y en El mortal inmortal son los celos los que llevan a cometer al protagonista un acto que le conducirá a una situación sentimental más conflictiva e intensa, que marca el final del relato. Tanto la exposición de caracteres constituidos por una estructura pasional anormal y deforme como la descripción de las situaciones extraordinarias y horribles que dichos caracteres hacen surgir, que tienden a impresionar al lector, colocan a todos estos relatos en el centro mismo de lo gótico.