Los temas que más atraen a Alain Ducasse son el Mediterráneo y su querido Gran Sur, del País Vasco a la Riviera, cuyos productos, además, ocupan un lugar esencial en su creación culinaria. Pero en este libro también nos habla de otros temas que le estimulan, y que tienen que ver con su pasión por la autenticidad, su gran sentido del detalle estético y la necesidad de preservar la identidad en el mundo de hoy. Temas vinculados a los viajes y a las estaciones, a la tradición y al sentido del progreso, a la recuperación de la armonía y la memoria. Su insaciable curiosidad se pone de manifiesto no sólo cuando habla de foie gras o de rodaballo, de buey o de bogavante, sino también cuando nos refiere sus emociones frente a la naturaleza y los productos de la huerta, los materiales y los objetos propios del arte y la artesanía de la cocina, los olores y los perfumes. Y el resultado es un agradable paseo por el país del buen gusto y de las cosas bien hechas.