Más de cuarenta años de amistad cómplice avalan al crítico Tullio Kezich en la tarea de abordar desde la cercanía, a veces desde la indiscreta intimidad, la biografía de Fellini. Con rigor y una prosa ágil combinada con una documentación exhaustiva,Kezich da cuenta de la vida y la obra del maestro: desmiente innumerables leyendas que rodean su figura (muchas de ellas inventadas por él mismo: Federico era, al fin y al cabo, felliniano); revela facetas poco conocidas su gusto por las ciencias ocultas, sus devaneos con el psicoanálisis; arroja nueva luz sobre su relación con las mujeres, con especial atención y tacto a sus cincuenta años de «monogamia a la italiana» con la inolvidable Giulietta Masina; repasa las vicisitudes de la gestación y el rodaje de todas sus películas hasta de proyectos que no llegaron a realizarse, así como el aplauso o la incomprensión con que fueron acogidas; y en ese recorrido que abarca tres cuartos de siglo, de 1920 a 1993, la mirada de Kezich se demora también en sus relaciones personales y profesionales con una nómina de otros grandes de la cultura que produce vértigo: de Rossellini a Antonioni, de Pasolini a Dino Buzzati, de Visconti a Mastroianni. Con afecto y admiración explícitos, pero sin escamotear los claroscuros ni las contradicciones, Kezich ofrece múltiples claves para entender la obra y a su autor en esta biografía considerada ya definitiva del director de La Strada y Amarcord. El Fellini que se despliega en estas páginas sátiro y satírico, concupiscente y tierno, memorioso y olvidadizo, interesado y desprendido va más allá del mito: el genio fue, también, un hombre de carne y hueso.