Un Fragmento sobre el Gobierno, el primer libro de Bentham (apareció en abril de 1776), es una obra audaz y lúcida en la que sometía a los famosos Comentarios sobre las Leyes de Inglaterra de Sir William Blackstone a una crítica demoledora. En ella aparece enunciado por primera vez el principio de utilidad, que después se convirtió en el fundamento del utilitarismo y sobre el que volvería Bentham a insistir a lo largo de sus siguientes obras en torno a la reforma de la legislación penal, los fundamentos de la moralidad y los principios que han de presidir la elaboración de las leyes. La parte que Bentham seleccionó de los Comentarios re-presentaba una declaración doctrinal programática, envuelta en un lenguaje altamente técnico de la jurisprudencia, que expresaba la visión ortodoxa de las clases gobernantes, en conjunto la clase de ficciones políticas y jurídicas que es preciso suministrar para que "todo siga siendo como tiene que ser". La anacrónica defensa de los ordenamientos técnicos escritos en latín, el contrato original como fundamento de la teoría del poder político, la teología sobre los fundamentos naturales de la soberanía y la apelación a una extraña voluntad uniforme para entender la cohesión política del Estado, es todo ello sometido a una despiadada crítica que ponía ferozmente de manifiesto los intereses de la clase dominante con una manera peculiar de entender el fin de la actividad política. El Fragmento es una obra que Bentham creyó que serviría para liberar a los hombres de las ataduras de la vieja autoridad y que convertiría a la política en una actividad racional basada en el principio de la máxima felicidad para el mayor número.