"Este libro aborda el derecho a probar como un elemento esencial del derecho fundamental a un proceso justo: aquel que se vincula a la satisfacción de un ideal de justicia, a través del proceso y también del procedimiento. Una concepción que busca rescatar el sentido humano y social del proceso, acercándolo más a la realidad donde se desarrolla, anteponiendo a los conceptos, formalidades y categorías, su papel de instrumento al servicio de la persona humana para garantizar el pleno desarrollo de su dignidad, consolidar la justicia, la eficacia de los valores superiores, los derechos fundamentales y del ordenamiento jurídico en su conjunto; es decir, para contribuir más eficazmente a afianzar la paz social en justicia.
Desde esta perspectiva, el derecho a probar goza de todos los atributos y características de los derechos fundamentales, en especial de aquellos que corresponden al proceso justo. Es definido como un desarrollo procesal que asegura que todo sujeto de Derecho, que participa o participará en un proceso o procedimiento, pueda producir la prueba necesaria para acreditar los hechos que configuran su pretensión o defensa. No es, sin embargo, un derecho sin límites: se encuentra delimitado por una serie de principios, derechos fundamentales y otros bienes jurídicos constitucionalmente protegidos con los que guarda relaciones de coordinación y complementariedad en el ordenamiento jurídico. Su importancia es tal que allí donde sea limitado en forma irrazonable o desproporcional, o no tenga eficacia real o efectiva, no habrá proceso justo."