Es el lenguaje el resultado exclusivamente del procesamiento de estímulos de carácter lingüístico por parte de un mecanismo de aprendizaje general? ¿O es consecuencia, por el contrario, de la actividad de un "órgano" cerebral que aparece recurrentemente durante el desarrollo por efecto de un programa innato que se pone en marcha desde antes del nacimiento? Y en todo caso, ¿cómo ha podido surgir desde el punto de vista evolutivo, toda vez que parece carecer de continuidad con otros sistemas de comunicación animales? En el presente libro, las siempre controvertidas cuestiones del innatismo lingüístico, de la estructura y el funcionamiento de la cognición humana, y de la evolución del lenguaje se abordan desde el punto de vista ciertamente inhabitual de la biología molecular, analizando de un modo particularmente detallado la arquitectura del programa de desarrollo (en gran parte de naturaleza genética) que parece intervenir en la organización y la actividad de los centros neuronales encargados del procesamiento lingüístico.