Publicado originalmente en 1926, El gusto de los primitivos respondía a la intención d Lionello Venturi de acabar con los límites cronológicos establecidos para la historia del arte por unos convencionalismos ya desfasados y, más aún , de definir una línea metodológica para los estudios de la crítica de arte. Huyendo del prejuicio histórico que impone como primordial el principio de imitación de la naturaleza, reivindica el concepto de creación, indudablemente relacionado con la idea de la revelación, secularizándolo y despojándolo de su significado teológico original e introduciendo un nuevo concepto de "gusto", entendido éste como un conjunto de preferencias, o de opciones, no sólo en el ámbito de la cultura en general, sino también de una cultura específicamente artística. La cuestión se planteaba para Venturi, en la relación entre cultura y arte y sobre todo, en el intento de definir el gusto como cultura propia del artista. La importancia de esta aportación nos parece ahora tanto mayor si tenemos en cuenta el momento en que se escribió este libro, un momento lleno de peligrosas ambiciones, lo que indujo al autor a asumir en primer término la clara actitud de responsabilidad que corresponde al historiador del arte ante los fenómenos que más cerca le atañen.