La Historia de la conquista de Nueva España es una crónica portentosa y minuciosa de un testigo directo de aquella empresa descomunal. El brío excepcional del relato, el vigor de la prosa y su infatigable capacidad para evocar hombres, acciones y escenarios le conceden, sin lugar a dudas, un sitio de privilegio en la literatura española.
El libro contiene tres grandes bloques temáticos: el descubrimiento de Yucatán por las expediciones de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva (1517-18); la epopeya propiamente dicha bajo los estandartes de Hernán Cortes (1519-21); y el viaje a Honduras, complementado con una extensa miscelánea de noticias sobre la Nueva España.
Cada página es un dechado de prodigiosa intensidad, producto del talento narrativo de Bernal Diaz, de la energía de su estilo y del terrible verismo con que narra la aventura. Nada queda fuera de su crónica en esta edición concentrada en sus mejores capítulos, que se incluyen por entero: ni las vicisitudes y sucesos militares, ni la caracterización de los personajes más relevantes (Cortes, Moctezuma, etc.), ni los sentimientos y experiencias personales de un soldado empeñado en dar exacta y precisa cuenta de los avatares vividos en esa tierra desconocida. Pero quizás la grandeza de esta obra radique en el aliento épico que la anima.
A diferencia de otros cronistas, a los que se enfrenta y critica, Bernal Diaz presenta la conquista de México como una empresa común, como la gesta de un colectivo de hombres cuyos aciertos y errores corresponden al pueblo español.