En el semestre de invierno de 1920/1921 el joven Martin Heidegger (1889-1976) dictó una lección que lleva por título Introducción a la fenomenología de la religión. Es la primera vez y la última que dedicará una lección o un escrito íntegramente a esta materia. Si en la primera parte se dedica por extenso a la cuestión previa de fijar y delimitar el método fenomenológico para ajustarlo a lo que él llama vida fáctica, en la segunda analiza la experiencia originaria de San Pablo de la vida fáctica. A diferencia de la exegética del momento, Heidegger considera las cartas paulinas no como escritos doctrinales, sino como documentos de la propia experiencia vital de San Pablo en cuanto creyente. De esta forma, ofrece un análisis de la concepción de la vida del cristianismo determinado por la expectativa de la inminente venida del Mesías. En la fenomenología de la religión de Heidegger el lector se encontrará con un extraordinario estudio de la experiencia originaria de la religiosidad en el que se transparece la visión cristiana primitiva de la vida fáctica. Por otro lado, Heidegger se adentra hasta el fenómeno religioso y la experiencia religiosa fundante mostrando de esta forma los momentos constitutivos de la existencia humana articulada en mundo propio, mundo compartido y mundo circundante.