Este trabajo constituye una aproximación filosófica novedosa al problema de la ponderación judicial en el proceso penal. El autor encadena argumentos conceptuales y normativos para desarrollar una teoría original, que reivindica la decisión conforme a reglas y la convierte en uno de los componentes esenciales del juicio justo. En el plano conceptual, el libro reconstruye la noción de fair trial tal como figura en el Derecho procesal penal contemporáneo. El análisis pone de manifiesto un uso anodino por parte de la literatura y la jurisprudencia, y lo contrasta con la interpretación que la idea de fairness ostenta en la fundamentación de otras prácticas sociales (la comunidad política, el castigo y el deporte). La comparación propicia luego una caracterización ambiciosa del proceso penal, que identifica rigurosamente sus elementos cooperativos, agonales y epistémicos. En el aspecto normativo, Alberto Nanzer presenta al proceso como una empresa moderadamente instrumental, que conjuga normas tendentes a posibilitar el esclarecimiento de los hechos con otras que resultan a todas luces inconducentes para lograr ese fin. Sobre esa base, el autor ofrece una crítica sólida del modelo particularista (basado en estándares o reglas en sentido débil) y ensaya una justificación moral del modelo alternativo, en el que las reglas del proceso toman distancia de las razones constitucionales que justificaron su creación. Su tesis principal es que, pese a sus deficiencias, la regularidad asegura una protección específica de la libertad política de los imputados, que los pone a salvo de la dominación arbitraria de los jueces.