La gente solía decir que mi música era demasiado difícil o demasiado oscura, y yo nunca me propuse ser difícil u oscuro. Solo deseaba escribir lo que sentía de la manera más honesta posible, y me encanta cuando otras personas sienten una parte de símismas en la música.» Leonard Cohen
Cohen ha cautivado a generaciones de oyentes y públicos del mundo entero, y su obra ha inspirado a muchos otros intérpretes, desde Johnny Cash hasta Nick Cave, desde Judy Collins hasta Adele. Se han realizado más de trescientas versiones de la sublime «Hallelujah», que Cohen perfeccionó durante diez años. Su forma de escribir era apasionante. Sencillamente me cambió. Se le ha tachado de deprimente, pero es uno de los escritores más divertidos que tenemos.No puedo pensar en una letra que no tenga una sonrisa oculta entre líneas. Hay dos cosas que están siempre: calidez y un ingenio mordaz. Ojalá yo lo tuviera.Las canciones y la poesía de este músico se definen por su inteligencia emocional e intelectual. Líricamente potentes, sus discos están llenos de romance, insinuación y humor. Y en escena, sus negras y ahumadas cuerdas vocales entonan las más sofisticadas y arrebatadoras melodías. En la víspera de su octogésimo cumpleaños, este libro es un apropiado homenaje al genio de Leonard Cohen, ilustrado con muchas raras fotografías y elementos recordatorios, y con los recuerdos y comentarios de aquellos que han trabajado con él o están próximos a él. Con auténtico conocimiento de causa, Harvey Kubernik analiza este fenómeno único, comenzando con el joven poeta y autor que abandona su ciudad natal de Montreal, hasta su último álbum, Old Ideas, y sus aclamadas giras de conciertos por todo el mundo.