Este libro es la segunda parte de un riguroso trabajo de investigación que intenta observar con un nuevo enfoque el Movimiento Moderno y enmarcarlo según unos criterios más amplios. A diferencia de las historias canónicas de la arquitectura moderna, este estudio exalta la profundidad y complejidad de ese movimiento, y resalta no tanto sus propósitos comunes como su espíritu explorador y la consiguiente diversidad creativa. En este estudio se intenta también hacer una aproximación más cercana a los edificios, pues muchas historias del pasado han mencionado los edificios sólo de pasada. Esto hace que el enfoque de este libro sea diferente y que tenga además un marcado carácter didáctico, pues el libro va dirigido fundamentalmente a los estudiantes de arquitectura. Para ello se ha adoptado el método del estudio de modelos o casos concretos (case Studies), de manera que cada uno de los capítulos que componen el libro está dedicado monográficamente a un ejemplos singular, en este caso del periodo que va desde el final de la II Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín. Así pues, los capítulos abarcan desde la continuación del Movimiento Moderno en la posguerra (con obras de Ludwig Mies van der Rohe, Hans Scharoun, los Eames o Egon Eiermann) hasta la corriente denominada deconstructivista (representada aquí por Peter Eisenman), pasando por la renovación propiciada por el Team Ten (Aldo van Eyck, los Smithson y Giancarlo De Carlo), algunas figuras singulares (como Gottfried Böhm, Sigurd Lewerentz, Günther Behnisch o Carlo Scarpa), las obras participativas (como las de Lucien Kroll y Ralph Erskine), los dos últimos maestros (Louis Kahn y James Stirling), los ideólogos posmodernos (Aldo Rossi y Robert Venturi) y la exaltación de la tecnología punta o hig tech (Norman Foster y Piano & Rogers).