Quería un libro simple, completo, objetivo, bonito y didáctico, un libro que tratara de las cosas básicas de nuestra profesión, basado tanto en conocimientos científicos como en conocimientos adquiridos en el día a día, que lograra dejar más enamoradas por la profesión a las personas que lo lean. Y fue con ese sentimiento, ese querer, que invité a los coautores para idealizar la estructura de este volumen, escribir los primeros párrafos y hacer las primeras imágenes.No puedo precisar cuándo pensé en organizar este libro, sin embargo me programé para eso. Recuerdo que, cuando comencé a escribir el libro “Fotografía Odontológica”, hoy en su 2da. Edición, me preguntaron por qué no uno de Odontología Restauradora, ya que ésta era mi área. Respondí que para el de Restauradora yo necesitaría prepararme más, y me preparé. Hice prototipos, aumenté y suprimí palabras, frases, párrafos y capítulos. A cada nueva lectura, nuevas ideas, nuevos cambios. A cada nueva lectura, la sensación de que podría quedar mejor, pero todo proyecto tiene que tener un final. Por eso, impuse la hora de presentar el libro Odontología Restauradora de la A a la Z, y aquí está.En el libro los capítulos se complementan, desde la base para la Odontología Restauradora, con sus instrumentos operatorios, los principios generales de preparaciones cavitarias, los sistemas adhesivos, protección pulpar y textura, forma y color aplicados a la Odontología, pasando por las restauraciones directas, con énfasis en los principales tipos de restauraciones en resina compuesta, y por las restauraciones indirectas y sus particularidades. La propuesta es ofrecer un libro cuyas informaciones están presentadas en un orden lógico y de fácil entendimiento, en el cual, transmitir la técnica de confección se hace más importante que el caso finalizado.Participé de cada reunión, de cada idea, de cada lectura, solitaria o en conjunto con los coautores y colaboradores, me quise sentar con cada uno de ellos e hicimos un libro con atención, cariño y emoción. Me aseguré de sentarme con el diagramador, con el diseñador, con el revisor gramatical, en fin, con todas las personas participantes del proceso.Espero que el libro exprese el amor y la pasión con que fue concebido y que, a más de enseñar, despierte esos sentimientos por la Odontología Restauradora, en los lectores.Marco Antônio Masioli