El proyecto de la obra es triple: primero, es una arqueología, un estudio sistemático que busca reconstituir a través de las obras de los teóricos y los pragmáticos las configuraciones mentales que dan cuenta de la naturaleza de las 'ciencias' desdefines del Renacimiento, y de la forma en que éstas consideran a las 'cosas'; segundo, es una investigación que intenta revelar la existencia y significación de obras que la historia de la cultura descuida constantemente; tercero, es una crítica que reencuentra a partir de qué ideas y de qué sistemas de ideas se formaron esas 'ciencias humanas' que contribuyen a la ambigüedad del mundo actual. El rigor, la originalidad, la inspiración de Michel Foucault nos traen una mirada radicalmente nueva sobre el pasado de la cultura occidental y una concepción más lúcida de la confusión de su presente. Describir y analizar las bifurcaciones del saber - y aquí Foucault examina en detalle la evolución de la economía, la biología y la lingüística, terminando por dar cuenta del psicoanálisis y de la etnología- es la tarea que se impuso en este libro. ¿Es del hombre de quien hay que hablar? ¿Es él el objeto (y el sujeto) único del saber racional? Esto es lo que Foucault, finalmente, pone en duda. Su analítica de la finitud muestra a la vez por qué la noción del hombre desempeña un papel tan eminente y usurpa, irrisoriamente, ese mismo papel.