Rosa Luxemburgo nacio en 1871 y murio en 1919. Fue una brillante teorica marxista, filosofa, politica notable y consecuente revolucionaria. Mujer, judia, polaca dice de ella Patricia Torres, resumiendo sus desventajas, con una belleza poco convencional y la marca perenne de una enfermedad mal diagnosticada, en un mundo que pertenecia a los hombres, Luxemburgo supo convertirse en Rosa y aguila, como dirian de ella sus contemporaneos, y se atrevio a ser. Rosa fue, junto a Karl Liebknecht, figura medular del Partido Socialdemocrata de Alemania. Se opuso a la fiebre belicista que en 1914 contagio incluso a sus propios companeros. La guerra era para ella un enfrentamiento entre imperialistas, del que los obreros no obtendrian mas que perjuicio y dolor. Integro la Liga Espartaquista, base del futuro Partido Comunista de Alemania. Fundo el periodico Bandera Roja. Estudio, escribio mucho, en libertad y entre rejas, publico libros como Reforma o Revolucion (1900) o La revolucion rusa (1918), que aun sorprenden por su lucidez teorica o su anticipatoria vision de los problemas a afrontar por todo movimiento de cambio. Exalto la autonomia y libertad del arte. Y no dudo en sumarse a la frustrada revolucion de 1919 en Berlin, a pesar de no estar del todo de acuerdo con ella. Rosa fue asesinada y su cadaver arrojado al rio. Fiel revolucionaria e internacionalista, las unicas debilidades que hallo en ella misma fueron aquellas motivadas por el amor a un companero de militancia, Leo Jogiches. De ellos dice la autora: Camaradas y amantes, juntos eran una Revolucion que se gestaba dia a dia. En este logrado trabajo, Patricia Torres descubre, bajo el merecido bronce del personaje, la calida figura de la mujer.