El siglo XX comenzó lleno de esperanza. La humanidad miraba al futuro con optimismo y confiaba casi ciegamente en el poder de la razón y del progreso técnico. En la víspera de Año Nuevo de 1899, nadie podía imaginar que las futuras decisiones de los hombres de Estado acabarían teniendo consecuencias nefastas para el conjunto de la población. En efecto, ninguna de las grandes guerras de ese siglo fue como imaginaron quienes las planearon. Siempre se pensó en <>, pero luego se convirtieron en prolongadas y cruentas carnicerías de consecuencias catastróficas. La Primera Guerra Mundial inauguró una era de guerras industriales que tuvo su primera culminación sangrienta en la matanza masiva que fue la batalla de Verdún. En el siglo XX, la guerra ya no fue la continuación de la política con otros medios, sino la destrucción de las condiciones de vida de millones de seres humanos. Las guerras y sus consecuencias determinaron la evolución de las sociedades como ningún otro factor: la moderna sociedad de masas fue un producto de la primera guerra de masas de 1914-1918. El conocido politólogo Gabriel Kolko hace balance de este siglo de guerras en este excelente volumen sobre los conflictos que han asaltado nuestra época.