Para la historia del arte, Alberto Durero es el introductor del Renacimiento en los países germánicos y el más grande revolucionario de las técnicas de la xilografía y el grabado a buril. Para el contemplador de hoy, es también uno de los maestros supremos del arte de Europa. Hombre de aspiraciones universales, de fértilísima inventiva y curiosidad inagotable, su obra se alimentó de los impulsos más dispares: el expresionismo visionario y el lirismo sencillo, la racionalización teórica y la observación minuciosa de la Naturaleza, la sensualidad humanista y la austera sobriedad del luteranismo. A la complejidad del artista y a la vastedad de su producción ha respondido desde el pasado siglo una bibliografía amplia y compleja, pero rica sobre todo en visiones parciales. Acaso fuera necesario el singular talento de Erwan Panosky (1892-1968), su equilibrio inigualable de erudición y sensibilidad, para compendiar todo lo esencial del arte dureriano, ofrecerlo en forma accesible al lector no especializado e iluminar su interpretación con una luz intensa que alcanza también a esclarecer aspectos fundamentales del pensamiento de toda una época. 'Vida y arte de Alberto Durero' se publicó por primera vez en 1943; desde entonces no ha sido sólo una monografía magistral, sino también un testimonio concluyente de lo mucho que el estudio del arte puede aportar a la comprensión profunda de nuestra historia y nuestra cultura.